domingo, 8 de abril de 2012

Espero que los ángeles me pongan un vestido hermoso que te guste, para despedazarlo y mostrarte que no soy yo con un vestido, soy yo caminando con acero en los pies, con madera en las axilas, con las manos peludas y el corazón metálico con una chimenea dentro, ¡que soy yo entre las espinas cultivando rosas! ¡Que soy yo entre la sangre de mis brazos! lastimada por las cuerdas de los circos, ¡que soy yo corriendo en el desierto de plumas blancas!, que soy yo escuchando el viento en medio de mis almohadas blancas!, ¡ que soy yo en el castillo de las estrellas adornadas con mentiras
No me importa bailar para tus ojos. Ya he perdido mi memoria entre miles de agujas plateadas. El reloj me hace alucinar, el espacio se llena yo barro mis sueños limpio mis babas castigo mis manos, me tropiezo con mis dolores encarcelo mis pesadillas despejo mis ojos de las lagrimas, sonrío, siempre torcida la sonrisa señalando el camino perdido de mi alma, la maldad pura, la lujuria muerta en el poco deseo de vida

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