lunes, 20 de noviembre de 2017

Recopilación de poemas que he escrito durante estos años






SAUSADE
Cezanne
Hombre del sombrero que aguardas
cruzas el tiempo y me observas,
juego al póker apostando todo,
hasta perder mi último sentimiento de amor,
te espero mientras me equivoco.
Tomo en mis manos y mi sexo lo que odio,
lo superfluo me consume,
siendo este adjetivo el más odiado por mis entrañas.
Tengo sexo con el gato gordo,
él fuma,
yo me consumo en su ser,
Alicia nos observa,
¡el conejo me tira el último as!
Mis lágrimas cubren hasta la última de mis perturbaciones.
Miro en silencio las cartas blancas,
¡han perdido los ases y reyes!
¿qué miras?
¿qué buscas en mí?
¿qué no buscas en mí?
¿Por qué me miras así?
¿dónde estás?
¿por qué no nos encontramos ahora, ya mismo?
quiero verte, y que me escuches,
que te enamores de mi alma.
Vamos empieza despacio.
No llenes mis cartas con un número,
la perfección no existe, no me des la espalda,
no te asustes, no me asustes...
Abrázame, déjame abrazarte.
No dejes que el mentecato me envuelva,
vence al tiempo, a la distancia,
que como calavera, no quiero quedar entre los frutos.





Fugitivos galopantes veloces…
Galopante señor desconocido,
galopante viento,
galopante sueño,
galopante juventud,
¿Por qué siento que se van?
Hay espacio para uno más.
Galopantes sueños,
¿A dónde piensan llegar?
Galopante racionalidad,
¿Que hago con el corazón?
Galopante y tortuosa incertidumbre,
¿Quien refrena mis sueños?
Arduo trabajo hago por liberarlos.
Galopante tiempo,
¡mi mayor enemigo!
Deja de girar las manecillas,
vas muy rápido.
Galopante alegría,
ven que quiero ser tu jinete,
Galopante fuerza,
no nos separemos,
que solo vos y yo nos quedamos,
alcanzando los fugitivos galopantes veloces.



Coccinellidae
Una princesa lloraba círculos,
sus ojos hinchados
perdían la leve luz del camino,
las luciérnagas corrían a besarla en las mejillas,
ella sonreía.
Un dolor la aquejaba.
Al caer súbitamente entre la hierba,
las Coccinellas septem punctatas de colores
que estaban entre los troncos hacían brillar sus ojos,
los peces corrían como neuronas muertas en el agua,
el amor se escabullía entre lágrimas de colores,
ella dejaba de creer en los sueños.






Hemos iluminado al rinoceronte
Cuando miro tus ojos,
siento que soy un pájaro
volando sobre el mas hermoso destello del mar.
Tu sonrisa me parece la más profunda y bella pintada sobre el lienzo humano,
tu gesto me hace recordar mis sutiles travesuras de niña.
No eras un extraño el primer día que te vi.
Sentí que mis células te conocían,
que mi corazón te conocía,
sentí conocerte…
Sentía enamorarme cuando sonreías,
cuando cantabas,
cuando me besabas por primera vez.
Si no es un flechazo,
¿Qué es esta llama encendida?
¿Qué es este corazón derretido?
Sos el universo,
sos el mar,
mi cuerpo se inunda de tu fuerza,
y la pasión vibra.
Tus manos en las mías me producen esa sensación de emoción y vértigo,
como cuando te columpias en una hamaca,
pero en este caso con el silencio del universo frente a mi.
Tengo todo para darte,
siéntate conmigo en la luna,
besémonos y creemos estrellas, juegos, sonrisas,
miremos más allá de donde solemos ver,
rompamos paradigmas.
Hemos construido un reloj con un tiempo perfecto,
nuestro tiempo.




Arturo
Antes de nacer
yo hacía el amor con Dios,
luego él decidió que fuera niña,
me mandó a la tierra,
luego me extrañó tanto que vino a la tierra como ser humano,
y hoy hace el amor conmigo
encarnado en este hombre.






Conejo musical
La niña abraza al conejo,
el conejo abraza a la niña.
Los dedos se mueven rápido en el piano,
mientras su corazón se agita,
mientras ella muere,
mientras ella llora y se quita su máscara.
Quiere tener todo el sexo del mundo
todos los días
y sentir lo mismo.
Se tapa los oídos,
empieza a hablar consigo misma como una loca,
su corazón late con el golpe del tambor,
su voz es la más fea del mundo.
Vive su vida improvisando,
metiéndose en todos los escenarios,
quiere detener el silencio.
Se saca un conejo del estómago
como un mago saca el conejo del sombrero.
El quiere detenerla,
ella lo salva de su cruel destino,
y lo encierra en un calabozo,
le canta todas las noches desde el corazón.





Extinción
Esa semilla de temor
se ha convertido en todo un árbol.
El espanto viene en forma de viento
y sucumbe todos mis huesos.
El deseo de inmortalidad se convierte en un chiste
al verme como este ser humano que soy,
tan posible a extinguirse con el paso del tiempo.
Observé mi corazón
mientras mi respiración se aceleraba.
Un pájaro,
hermosamente negro,
con  brillos azules en las alas,
anidaba el "amor",
lo empollaba con fuerza,
pero simplemente no podía volar,
su hijo no podía volar.
El pájaro le preguntó a eso que empollaba
que por qué no quería vivir ya,
el "amor" que anidaba palpitante lloraba,
le decía que tenía miedo de ser mortal,
tenía espanto ante su humanidad,
tenía espanto por ser tan frágil,
entre tanta fuerza que posee el universo.
Las venas se ensanchaban,
el amor que anidaba lloraba…




Universo
Hoy me vi como el principito,
llorando estrellas,
había una serpiente que me consolaba,
en el perdido instante.





Viejo
Decidí mentir,
contar otra historia,
no la mía.
Muchos le tienen miedo a la locura,
incluso yo mismo,
me alejé de mí,
yo soy incapaz de ser feliz en este momento,
y a lo largo de mi vida ha sido así.
Ahora lo que deseo cada instante,
es no enloquecer.






Niña
Por su mente cruza de vez en cuando la idea de tirarse al vacío.
Lo hace,
no recordaba lo alto que estaba,
y conforme se acerca al suelo,
la alegría de acabar con todo se transforma en terror.
Justo cuando estaba a punto de morir despertó,
Las letras que lleva en su cabeza se revuelven,
parece que sus oídos encienden una melodía,
las escucha,
entre la oscuridad y la sombra,
las telas de araña empiezan a jugar con ella,
-¡No soy una mosca!- les grita,
-¡vayanse!-
Su psiquiatra le da 2 pastillas,
un árbol empieza a crecer cerca del zapato viejo,
los cordones son las ramas,
sus lágrimas las hojas,
un pájaro se posa en el árbol,
la mira,
el reloj marca las doce,
su respiración aumenta,
el llanto de un niño
se escucha en su vientre,
la cabeza de él se asoma entre sus piernas,
el niño ha venido de África,
-Negrito lindo susurra ella-
El árbol deja caer una hoja,
-Te voy a bañar en la tina de madera-
las moscas que vuelan alrededor te harán compañía,
sus deditos juegan con ellas,
parecen mariposas,
él las ve como mariposas.
El pájaro negro ha llegado
se posa a la orilla de la tina,
-Vete pájaro vete-
Aún no es la hora.






Huída
Corro como el conejo sin patas,
asustando dragones azules,
sosteniendo un guante de oro.
El corazón se extasía
de aquello que mi mente produce.
Mis manos te necesitan,
mis ojos te buscan en algún lugar,
y solo te encuentran
en mi pensamiento.
Sonrisa entre ojos que observan,
impulsos que entorpecen
una buena respuesta,
luz artificial que corta los sueños,
deseo lo imposible.
Letras que brincan en la mente
de una nube de borradores,
las arañas corren,
la lluvia hace caer pelos de hielo
en un reflejo de tortura.




Entre miles de pájaros
No puedo derramar en palabras
el frío que siento,
el dolor inaudito
que aqueja mi semblante,
no puedo soportar mi ser,
este ser,
grito pintando cuadros de deseos,
imploro que los pájaros
me enseñen a volar,
imploro a la vida
que me abrace
hoy muy fuerte,
envíenme a un bufón
que me haga reír.
Esos efímeros momentos de felicidad
¿Por qué persisten en irse?
Si al menos me abrazaran
los brazos maternos,
si al menos tuviera quien me abrazara,
y alejara este vacío.
¡Pájaros azules!
Enséñenme a volar,
envuélvanme en su plumaje,
aléjenme de esta muerte súbita,
el vacío del abismo es cruel,
ahí abajo está lo que menos amo.







Ave

Soy como un niño muriendo frente al mar,
Hélices, noches, estrellas.
Soy un niño muriendo frente al mar,
las espinas de los peces
rompen como agujas de reloj mi corazón,
cada segundo que pasa...











Dios...
Dios.
Un ave tornasol entre naipes.
Movimiento entre formas.
Fuerza y sutileza mis constructos,
mi equilibrio,
las dos gestionando al mismo tiempo,
o a destiempo.
¡Me siento lejos de vos!
Como si fuese de metal.
Mi niña interna,
me empieza a recorrer,
viene el hermoso recuerdo de fuerza:
-las mariquitas de colores en el árbol podrido que
se exhibían ante mis ojos,
parecía magia,
y me levanté después de haber caído a los cinco años-
Miro mi rostro ahora en el espejo,
y sigo agradecida con vos,
pero estoy confundida
lejos...





Yo
Al inicio parece un gran laberinto.
Pero verás las flores,
la hiedra del cielo,
las estrellas,
los extraterrestres,
los pájaros de mi corazón,
el azul que no existe,
el amor que nunca viste.
Pero tenés que trascender,
trascender conmigo,
mirar más allá de donde solemos mirar,
soñar más allá de donde nunca hemos soñado,
el miedo no tiene lugar aquí.
Decime por favor que no me lo invento,
que de verdad existe esto que palpita en mis manos.
Este deseo me hace explotar,
convertirme en alas,
en aire,
en sol,
en tierra,
en vida,
en sonrisa.
Decime amor
que olvidarás el miedo,
y yo te prometo que olvido el mío.
Recemos para que Dios exista en una acción que nadie vio nunca,
en un regalo que jamás le dio a ningún ser humano,
en uno muy especial,
el sabe que somos distintos,
el sabe que nos puso un poco de pasión extra.





Ramé
Espanto,
¿por qué venís ahora?
Yo no te he llamado.
Estoy tan feliz,
no quiero que estés cerca...
¿Espanto por qué me traes lágrimas de nuevo?
Y es que son...
Son miedo, ¡sabes!
Porque de repente,
siento que la felicidad es tan efímera
como mi alma...
De repente la perfección no es tal,
de repente alejar todo de tu mente no es tan fácil.
Los conflictos deberían pertenecer solo a los guionistas en sus historias
no en la mía...
Respírame cerca,
llévame como se lleva el aire al corazón,
no lejos de ahí.
Siento como el mar dentro de mí se agita,
créeme yo estoy tratando de que brille el sol,
y que esto dentro de mi se calme…




Eremiomanía
No me pidas que me convierta en momia.
Mi voz es como miles de plumas de pájaros que giran con el viento,
No me pidas que me convierta en momia,
porque saldré corriendo entre las nubes azules.
El amarillo baña el agua y el sol me pide que vuelva,
la semilla empieza a crecer en mi,
los pájaros ya no vienen,
no quiero que vengan,
quiero hacer un huerto.
No voy a ser momia nunca,
ni plástica, ni momia, ni sumisa.
Voy a desnudarme encima del sauce,
mi vagina al viento, la sonrisa al sol,
un suspiro,
¡del peñasco al vuelo!
¡Como un polluelo de pájaro!
Del peñasco al cielo,
sin dolor,
lejos, en mi montaña.
Vamos en el amarillo y azul, en esto y aquello, en la felicidad,
no me pidas que me convierta en momia,
mi voz es como miles de plumas de pájaros que giran con el viento,
no me pidas que me convierta en momia,
porque saldré corriendo entre las nubes azules.
El amarillo baña el agua y el sol me pide que vuelva,
la semilla empieza a crecer en mi,
los pájaros ya no vienen,
no quiero que vengan,
quiero hacer un huerto.
¡No voy a ser momia nunca!
ni plástica, ni momia, ni sumisa.
Voy a desnudarme encima del sauce, mi vagina al viento,
la sonrisa al sol,
un suspiro,
¡del peñasco al vuelo!
¡Como un polluelo de pájaro!
¡Del peñasco al cielo!
Sin dolor,
lejos.
En mi montaña.





Momia
Me voy a mi sarcófago,
con las palabras detenidas en las vendas frías.







                                                                                     Grecia
El color púrpura nunca me pareció tan bello antes,
el celaje con tonos parecidos a este,
se despliega en los cielos de Grecia.
La luna entera sobre el mar,
te cuenta lo que te extraño,
desconocido apasionado,
quiero besarte de nuevo…
Con pocas palabras para comunicarnos,
pero esa ausencia de las mismas,
hacía que tu accionar fuera más apasionado…
El poder de la tierra amándome,
besándome.
Con tus ojos frustrados,
y tus labios sellados,
ante el no encontrar palabras para decirme…
Para decirte,
lo feliz que me sentía
en ese instante fugaz,
que se ha convertido
en un recuerdo anhelante
por vivirlo todo,
y más de nuevo...





Ser
Entre la lluvia te dibujas,
en mis pensamientos estás,
me sobra todo mi tiempo para vos.
Te deseo en mil besos,
llenas cada engranaje de mi cuerpo,
te quiero ser querido, te quiero.
Mil pájaros de amores,
entre ellos uno distinto, con escarcha.
Escarcha y vidrio,
lleno de mar,
de mantarrayas,
de cruces,
de vidrio,
lleno de mar.
Ojos hermosos de reloj,
el cielo cae en pedazos y veo el agujero del espacio.
Abrázame tigre,
abrázame que el mar se desborda cada instante,
quémame como el fuego,
hazme el amor por última vez antes de morir,
cúrame lo que durante años estuvo mal para mi,
Bésame,
cantame al oido - tic, tac-
Las llamas del dragón calientan mi alma furiosa
El dragón cliché de las historias
me tiene cautiva.
¡No espero príncipes! aclaro de una!
He dialogado con él,
¡me refiero al dragón!
Pero insiste, en que no resuelvo aún el acertijo.
El laberinto es complicado,
lo que pasa es que pego en todas las paredes posibles,
los espejismos son tuanis,
entonces yo me gozo en todos,
los disfruto con buen vino.
Lo que pasa, ¡ya se!, no son espejismos,
es algo así como fantasías, ilusiones.
¡No se si sabían que las ilusiones son puras mentiras!
Pero se gozan un rato.
¿Pero qué es eterno?
¡Solo este hijueputa dragón que al parecer quiere jubilarse conmigo!
Mejor procedo hoy a desayunarme un buen café y tabaco, ¡salut!
Mozart
Llorando mi locura,
la muerte toca a la puerta,
y el incesante dolor se hace perpetuo.
Salieri soy,
anhelando la perfección suprema,
corriendo tras la creación pura de la locura y el dolor.
¡Sublime compositor!
Esclavo de su mayor deseo,
mirándose en la muerte,
en su disfraz,
representación del juego,
lleva en un ataúd lo que desea ser,
-ahí va mi más admirado y codiciado sueño-,
entre gusanos,
entre el estómago de un pájaro,
lejos en los aires.
Mi voz calla la tuya,
quemando mi dios en el fuego,
¿me admiras entre la lluvia?
ella llora mi mayor deseo.
Entre la cal,
las manos pálidas recuerdan eso que deseé…
27
Miro a Dios en mis manos,
en el pájaro que dibujé con lapicero en mi muñeca,
le pido perdón por invocar a la muerte.
El miedo se come cada pedacito de pájaro,
la sangre en la habitación aumenta,
el miedo también.
Los barcos
traen los deseos malignos
que crecen en esta noche fría,
los sueños y la salud
parecen esconderse muy bien,
entre los cabellos dorados del dios de la luna y el sol.










Sedante
Mientras vos rezas,
yo te necesito,
mientras vos rezas,
yo me alejo.
Infinidad de letras sacuden el corazón,
y este palpita lento y fuerte,
¿qué espero del día siguiente?
Tengo un anhelo inmenso
de que termine este día,
y que mi noche tenga
los dulces sueños del sedante,
los dulces sueños del buen vino y algunos amigos.
Epidemias de pájaros se comen las semillas,
y dominan el pasto,
como lo han hecho durante los últimos años.
El filo al horizonte me llama,
el sol se convierte en luna,
los tambores van lento,
el reloj también,
el deseo se frustra.
El tiempo va lento
y yo quiero ir rápido.
Los pájaros negros dominan el campo,
las semillas sucumben,
el espantapájaros quiere ir al filo del horizonte,
el espantapájaros quiere ir al filo del horizonte,
donde el sol es la luna de plata.





















Esencia
Espero que los ángeles,
me pongan un vestido hermoso que te guste,
¡para despedazarlo!
y mostrarte que no soy yo con un vestido.
Soy yo caminando con acero en los pies,
con madera en las axilas,
con las manos peludas,
y el corazón metálico,
con una chimenea dentro.
¡Que soy yo entre las espinas cultivando rosas!,
¡Que soy yo entre la sangre de mis brazos!
lastimada por las cuerdas de los circos.
¡Que soy yo corriendo en el desierto de plumas blancas!,
¡que soy yo escuchando el viento en medio de mis almohadas blancas!,
¡que soy yo en el castillo de las estrellas adornadas con mentiras!,
No me importa bailar para tus ojos,
ya he perdido mi memoria entre miles de agujas plateadas.
El reloj me hace alucinar,
el espacio se llena.
Yo barro mis sueños,
limpio mis babas,
castigo mis manos,
me tropiezo con mis dolores,
encarceló mis pesadillas,
despejo mis ojos de las lágrimas,
sonrío,
siempre torcida la sonrisa,
señalando el camino perdido de mi alma,
la maldad pura,
la lujuria muerta en el poco deseo de vida.














Transporte de mercancías
Tenía en su cabeza el sonido del mar,
los ojos cerrados,
ella respiraba fuertemente,
su cerebro se llenaba de peces,
de caracoles,
de arena,
de recuerdos.
En su corazón un niño remaba en un bote
tirando basura al río de sangre.
Frente a sus ojos
pasaban varios hombres que la saludaban,
sonreían,
ella sacó unas tijeras de oro de su bolsillo izquierdo
y cortó su largo cabello.
Las muñecas que había dejado sin pelo cuando era niña,
corrían a recoger los cabellos,
y se los pegaban con goma.
Las muñecas eran hermosas ahora,
solo debían borrar los brazos marcados por el lapicero azul.
Los hombres lamían ahora el sexo de las muñecas,
la mujer lloraba,
la mujer pintaba sus labios de rojo.
Ella con sus labios rojos,
y empapados de lágrimas,
comía el pájaro muerto
que guardaba en su bolsillo derecho,
se comía el pico,
las alas,
las patitas,
los huevecillos…
El árbol que estaba justo detrás de ella,
cubriéndola del mundo,
lloraba estrellas.
Un orgasmo en conjunto con el sol.
El rico aire proveniente de los más lejanos lugares,
les daba un placentero consuelo,
la escena se adormecía
en la apresurada aparición de la hermosa luna,
algo distinto traía la luna…
Traía pájaros muertos en sus espaldas,
ellos le habían hecho el amor,
ella estaba embarazada,
ella traía en su vientre muchos pájaros,
serían sus hijos ahora.

Juventud
Entre los relámpagos,
frente al mar,
me dejaba acariciar por el viento,
se me eriza la piel mientras respiro el olor de todos los peces,
danza mi corazón galopante con el tuyo,
entre los delfines y caracoles,
¡Adriana!,
así me llamas,
Adriana,
un orgasmo en mis oídos,
Adriana,
entre relámpagos y suspiros,
entre tu perfume y el mío...










2:31 AM
Se mira en el espejo,
ha decidido ser un hombre,
Sonríe
mientras sus bigotes pintados
se llenan de lágrimas...
-Entonces seduciré a las mariposas,
y haré el amor con todas,
¡hasta ver que el mayor éxtasis dibuje mis propias alas!-















Elefantes Azules en el mar
Emociones por todas partes,
de todos colores,
ella se siente
como un edificio con cristales,
recolectando hermosos pájaros
que chocan entre su fría
y engañosa  transparencia.
Un alma aventurera
incrustada en su propia mente,
bañada de fantasías,
frustrada por amores
que esconde en su botella vacía de alcohol
que encontró en alta mar,
luego de haber despertado,
de la más dura borrachera.
¿Qué cuentos azules pintaba el cielo en medio de un cuerpo tan salado y arrugado por el agua que salpicó la luna?
La luna que lloró durante toda la noche,
Arrastrando el zapato
de una mujer muy guapa,
de labios rojos,
y corazón de relojes.
La mujer abrazaba sus piernas
porque temía no poder sonreír
al próximo barco que venía al rescate.
Ella se debatía entre si misma,
luchaba con su estúpida sombra
que provocaba el sol
en su alucinante masturbación.
¿Por qué debía ser rescatada?
Ella estaba bien,
los del barco morirían antes que ella,
ella estaba feliz,
casi podía volar con el canto de su voz.
-¿A quien trato de engañar?-
Su estómago se revuelve,
el sudor llega hasta su sexo,
un hombre la acaricia,
le hace el amor,
y se va y vuelve,
ella solo se detiene un segundo,
mira a todas partes.
Va y vuelve,
aquí está,
está ahí,
aquí conmigo tecleando,
y vuelve a la historia,
me dice que invente algo mejor para su escena.
Decido entonces que venga lluvia,
mucha, muy dulce,
que su sangre se derrame
como petróleo sobre el mar.


















Una mujer de la mano de una niña
Me topé a una mujer en la calle,
era la vida vestida de negro.
Llevaba un maletín de doctor,
un alma sincera.
Cerca de ella un charco de agua,
un charco de sangre.
Ella vendía relojes,
ella llevaba una niña de su mano,
esa niña colgaba un collar
de gillettes que recogió de la calle,
llevaba su zapato con hambre,
miraba a los adultos comprar lotería,
ella nunca se visualizó como una adulta.
Ella creía que nació niña,
como nacer perro o gato,
ella creía que había nacido niña,
pero no,
la vejez la acusaba frente al espejo
con tantos recuerdos,
no tenía nada,
solo un alma desgastada
y una vagina violada.

Lady Bird
Hoy sentí de nuevo
que mi mente abandona mi cuerpo,
mi cuerpo queda inmóvil,
dura pocos segundo,
hasta que lo logró dominar.
Empiezo perder el rumbo y la razón,
todo me da miedo.
Mis ojos vuelven el paisaje oscuridad,
mis brazos
han dejado de ser alas.
La noche me confunde
con lo que alguna vez fui,
la luna hace brillar en mi espalda
reflejos plateados
que embellecen mi tortuosa soledad.
El abismo me engulle,
me devora.
El agua desaparece
quedando todo seco.
Se desprende mi corazón,
como si fuese un pájaro mecánico,
se desprende del suelo seco,
se sacude,
queda del color del polvo,
mira el cielo.
Se va junto al creador.























Brecha
Me gustó la idea de que no venga,
para ver la vida de colores amarillos,
soles azules y dorados por el valle de mariposas drogadictas que son felices fumando marihuana.
Olvidan las penas,
corren a volar entre el pasto,
destiñen sus colores en el río,
para luego beberlo y vomitarlo,
para alimentar una flor,
y verla crecer sonriente,
aunque haya nacido de vómito.
Ella sonríe,
su alrededor es verde,
quizá todo eso nació de vómito también.
En su oreja de flor
canta una avispita
que le rocía miel en su boca,
la besa,
le hace el amor con su aguijón.
Ella se paraliza,
difícilmente sonríe.
Sus dientes color de rosa
sonríen al sol,
la lluvia aparece,
la avispa sonríe con el agua,
la tremenda soledad inunda a la flor
hasta dejarla como dentro de un río,
se convierte en pez para no morir.
La avispa ha muerto junto a ella,
hacerle el amor le costó la vida,
el cuerpo intenso de la flor,
le cortó el último aliento.
Junto al agua de la lluvia,
el sol baja junto a la flor,
un reflejo hermoso la acaricia.
Un pájaro la atrapa,
esta flor ahora convertida en pez,
vuela entre las nubes y los árboles,
la flor desea ser flor de nuevo,
pero ahora no puede dejar de ser pez.
Ella muere,
el pájaro espera que la flor se pudra
para sacar gusanos de su cuerpo.
El se los come,
los disfruta.


Un pajarito dentro de un globo
El viento soplaba fuertemente,
él (un niño sin brazos con solo una pierna),
dejaba caer un par de lágrimas sobre su único pie.
-Que suerte la de esos
que caminan alcanzando sus sueños- pensaba.
El sentía que el tiempo pasaba
y no podía hacer  lo que más deseaba,
la vida lo obligaba a tener paciencia.
Le enseñaron a pensar en el futuro,
sin embargo, él no podía adivinar
cuánto tiempo le quedaba.
Le asustaba pensar que al posponer sus sueños,
no le daría tiempo de alcanzarlos.
La vida no se la puso fácil,
él lo sabía…
Se quemaban en su pecho
miles de conejos saltarines,
su mente se desequilibraba
al pensar en eso que deseaba.
Sus bolsillos estaban vacíos.



Libertad
Debería cortarme los testículos que no tengo,
debería solo poder hacer lo que quiero,
pero bueno, solo sigo aquí aburrida.
Podría robarme la historia de otro
y esconder la mía,
sería divertido.
Tres veces podría tocar
la puerta del arcoíris.
Es que deseo pensar
cosas desconocidas,
pero no,
solo veo lo que ya conozco.
El hipopótamo baila frente a mí
y se ríe porque soy lo mismo,
lo mismo que todos,
lo escupo y tenemos una gran pelea,
lo salvaje se sale de mi hasta llorar.
El hipopótamo me suelta
y soy feliz porque vuelo,
vuelo y lloro en un avión de colores.
La libertad son solo tornillos plateados
que hacen alas desechables.

Helio
Un payaso de patas flacas
lleva en sus manos un hilito,
el hilo está unido
al cabello de un hombrecito.
El payaso sonríe,
y mira la luz cenital
que le hace brillar.
Hace distintas posturas,
sonríe,
se queda serio,
por un momento se desconecta,
alguien lo desconecta,
él se pierde en medio del escenario,
ha olvidado todo.









El camino trastornado al cielo...
Edificios llenos de pájaros,
pinturas derramadas
por la lluvia de un loco,
una silueta de mujer
nada en mi taza de café,
la canela perfuma mi boca,
una tormenta se alza,
yo con mis zapatos
corro y vuelo
al mejor lugar del mundo.
Me resbaló entre mis deseos azules
y brinco sin parar en mi propia sangre.
Decime adiós,
pero quédate,
aunque sea en un recuerdo.








Dulce
Una niña cosida
con sus alas de tornillos,
dispuesta a volar
por encima del mar,
por encima de las lágrimas de los peces,
ansiosa por encontrar el sonido
perdido de su cajita de música,
ansiosa por encontrar sus zapatos,
deseosa de encontrar
la tasa de café sin azúcar,
deseosa de encontrar
el reloj que perdió su madre,
deseosa de cortar la flor de amapola
y correr hasta la pulpería de muñecas,
hasta el jardín de muñecas gigantes
que se convierten en confites.







Buscando el olvido
Mis manos se sacuden
y vuelan cerca
de la bandada de pájaros,
las miro volar libres,
ellas empiezan a sudar,
siento un hormigueo en mi corazón,
ellas acarician el cielo.
No miro tus ojos
pero el acto se consuma,
estás tan cerca,
tus manos y las mías
vuelan en nuestros cuerpos.











Me gusta
Se cierran mis ojos
en un profundo sueño,
me libero al son de cada sorbo.
Se despierta el instinto
cuando corre en grandes cantidades
el alcohol en mis venas.
No puedo besarte en mi sobriedad,
porque mi instinto,
es aprisionado por la razón.
Te miro y pienso…
no, no pienso, lo siento,
siento que no puedo sentir nada.
Soy un cuerpo ardiente, cautivo,
Cautivo, y frío por la razón.
Ardiente el instinto,
pero me quedo en la nada,
solo tras cada sorbo dejo de pensar
y me entrego a tus brazos y tu cuerpo.
Hazme el amor toda la noche,
mañana volveré a ser fría,
hasta que cada sorbo,
libere de nuevo mi cuerpo ardiente.

El canto del viento cuando era niña
Mi mente
y mi corazón se apagan,
mientras viajan conmigo
en una balsa desconocida,
hacia una isla sola,
donde solo me comprende
el susurro del viento.
Quise ser buena,
pero  en mis oídos,
canta la tormenta,
y los relámpagos dañan
algunas venas de mi cuerpo.
La sangre me ahoga
y me atrapa.








B-
Entre gatos con estornudos constantes,
la soledad hormigueando mi cuerpo,
haciéndolo sudar,
un amor en el extranjero,
algo efímero y falso
de lo que me aferro
¿por qué?
¿aún no te he dicho?
Que no creo en nada,
solo en el humo
que sale de mi boca cuando fumo,
solo en las lágrimas
y el sudor de mi cuerpo
haciendo el amor
con fantasías,
con recuerdos.
Dicen que soy eso que escriben
las paredes de los baños,
yo digo que soy  
un extraterrestre
con sangre B-



POEMA EN TRES ACTOS
I.
Las orugas no se mezclan con la realeza,
así lo quisiste,
¡que tengas suerte con las estrellas de oro!
que las pulan los murciélagos,
los vampiros,
me iré en mi globo con el vértigo en las venas
recorriendo el mundo.
II.
Un niño asomándose
por mi falda de escocés errante,
es solo un regalo
para mi alma adolorida.
Una cajita mostrándome
lo infeliz que soy a veces
solo porque quiero.
Peter aléjame
de mi vejez próxima,
¡oh vida! muestra mi camino  
para dejar de barrer sonrisas torcidas,
¿Querés que siga alucinando
para alejarme de la realidad?
ya lo que hago es poco coherente,
atraviésame con la daga
de la felicidad y la abundancia,
para alejar estas barreras
grises del árbol caído y seco.
Los escarabajos quieren volar
en mayo para matar el tiempo de vida.
III.
¡Un monstruo!
Ya no más mujer,
ahora me cuelgan
los pecados en el bolsillo,
mis suspiros son rojos.
Los billetes,
las monedas,
me cuelgan en la espalda,
los esclavos me rodean,
la incertidumbre me envejece,
mis lágrimas son verdes.
Aprisiono deseos,
ellos golpean fuertemente
mi corazón para que los libere,
pero los aprisiono
porque no se cuales son las respuestas,
-no se puede seguir al corazón por completo- pensé,
y he decidido guardarlo
mientras camino en esta ciudad
de hombres fuertes.
Ya nada me apasiona,
solo mirarte.
Construye un avión
y huye lejos,
que pronto devoraré este laberinto
con mis lágrimas,
y todo lo que aun no comprendo.















Abril
Hace mucho tiempo
no sentía frío en el pecho,
esta vez es como un derrumbe
en primavera,
el color plata reluce
como esferas suplicantes.
Ceno deprisa,
siento hambre,
podría llorar,
dejar caer mis rayas de tigre,
volver a ser el extraterrestre
ángel de la neblina,
araño todo con la quietud de todo,
solos mis dedos tecleando
son testigos  de mis lágrimas.
El acero está quieto,
yo lo miro,
mis ojos dialogan con mi mente,
mi mente piensa si da la orden,
al fin mi corazón me detiene,
mi poca razón me lleva.
Mis ánimos arriba durante el día,
pero en la soledad de la noche
la tristeza opaca tanta dicha,
mis manos lavan mi cara entre lágrimas,
el corazón está congelado como un pollo.





















Muerte
Mi cuerpo tiembla,
las palmas están sobre el rostro
conteniendo las lágrimas,
la música me hace pensar
en cigarros y vino,
sexo y dinero,
el hambre,
el deseo del hombre,
el arroz frente al principito,
la sequía,
el talento puro entre algodones,
los gusanos entre las nubes,
los perros comiendo espagueti de colores con mariposas en su trasero,
el silencio,
el pensamiento lleno de vacío,
las sanguijuelas y los alces entre burbujas que llegan al espacio,
la levedad del ser,
el eterno ser,
el yo triste,
el nadie que lo hace feliz,
ningún lugar al que pertenezco,
mil llamadas sin contestar,
mil intentos de querer,
siempre el fútbol,
no quiero ser una camiseta,
ni un balón.
Quiero ser yo
desnuda acercándome a tu piel,
llenándonos de sudor.
Miles de vidas,
miles de palpitar,
quiero que me prefieras,
que me quieras,
no sabes cuanto deseo
que me quieras,
no sabes cuánto necesito amar
y que me ames.
No pertenezco a ningún lugar,
quiero hacerme pertenecer a alguno,
vos y yo, nadie más,
no puedo ir a ningún lugar,
no tengo uno,
cuanto vacío.
Liberia…
Hermoso mar,
denme un lugar,
y un alguien con quien pertenecer.
A mis huesos los estremece la tristeza,
¿cuanto más podré contener en vida este cuerpo?
Dios ayúdame,
que mis manos,
quieren terminar con mi lienzo.